El salmón, atún, sardinas, arenques, anchoas, vieiras y en
general el pescado de agua fría se
recomienda por ser fuente de ácidos grasos Omega-3 que combaten la
inflamación. Hay investigadores que han demostrado que tomar
suplementos de aceite de pescado ayuda a reducir la inflamación de las
articulaciones y el dolor, la duración de la rigidez matinal y la actividad de
la enfermedad entre las personas que tienen artritis reumatoide. En un estudio
realizado en mujeres se observó que aquellas que tenían mayor consumo de Omega-3
tenían menores niveles de dos proteínas inflamatorias: la proteína C-reactiva y la interleucina-6.
Tanto “The American Heart Association” como la Academia de
Nutrición y Dietética recomiendan tomar pescado, dos veces a la semana.
Expertos en artritis señalan que como más pescado mejor.
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