sábado, 29 de julio de 2017

NUTRICIÓN, DIETA MEDITERRANEA Y ENFERMEDADES REUMÁTICAS


La Dieta Mediterránea se ha relacionado con un efecto beneficioso en algunas enfermedades crónicas y también con la inflamación que ocurre en las enfermedades reumáticas.
En un reciente estudio realizado en Inglaterra se ha podido observar la influencia que puede tener la dieta mediterránea en la destrucción del cartílago articular que se produce en la artrosis (Dyer J, J Nutr Health Aging. 2017;21(5):562-566. doi: 10.1007/s12603-016-0806-y)
Dentro de la dieta Mediterránea  está el consumo de frutas, verduras, legumbres, champiñones y frutos secos – ricos en antioxidantes y fibra y fuente de minerales y vitaminas – 
La fruta es baja en grasa, sodio y calorías. Puede ayudar a mantener un peso saludable - reduciendo así la presión sobre las articulaciones - y es rica en nutrientes que ayudan a combatir la inflamación.
Un ejemplo son las cerezas. Existen estudios en los que las cerezas pueden ayudar a reducir los síntomas de la artrosis y proteger a los pacientes con gota de presentar ataques recurrentes. Los efectos positivos se atribuyen a las antocianinas - pigmentos vegetales que tienen potentes propiedades antioxidantes y antinflamatorias. Las antocianinas se encuentran en frutas rojas y púrpuras, incluyendo frambuesas y arándanos, pero las cerezas contienen niveles más altos.